Al menos 52 personas murieron ayer en un accidente de avión en Rusia. El aparato de la compañía Tatarstán, un Boeing 737 procedente del aeropuerto de Domodédovo (Moscú), «se estrelló contra la tierra», según el relato de un portavoz de la Agencia Federal de Transporte Aéreo, Rosaviatsia, a la agencia rusa Interfax.
Según la fuente, el aparato se precipitó en torno a las 19:25 hora local contra la pista del aeropuerto de Kazán al intentar retomar el vuelo para realizar un segundo intento de aterrizaje. El hijo de Rustam Minnikhanov, presidente de la rica región petrolera de Tatarstán, es uno de los fallecidos en el accidente.
Numerosos efectivos de los servicios de bomberos y emergencia se desplazaron hasta el lugar del siniestro, aunque las autoridades no albergaban esperanzas de encontrar a nadie con vida debido a las características del accidente y al estado de los restos del aparato siniestrado.
Las autoridades barajaban tanto un error de pilotaje de la tripulación como un fallo técnico como causas de la catástrofe. Según testigos, el Boeing –que tenía 23 años– perdió altura y su tanque de combustible explotó.
El Boeing 737 es el avión de pasajeros de uso comercial más popular del mundo. Ha habido 170 accidentes con este modelo de aeronave desde que entró en uso. Rusia y las ex repúblicas soviéticas tuvieron en 2011 una tasa total de accidentes aéreos que triplicaba el promedio mundial en 2011, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo.
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