miércoles, 13 de marzo de 2013

Rafa Nadal se independiza



Rafael Nadal se independiza, pero seguirá teniendo a su familia a tiro de piedra. Literalmente, porque el futuro hogar del tenista manacorense está situado en la pequeña bahía de Porto Cristo, donde ya viven sus padres, sus abuelos y varios de sus tíos. El número cinco del mundo, que acaba de regresar a las pistas después de casi ocho meses en el dique seco, ha comprado una lujosa finca con salida al mar en esta pedanía costera de Manacor. Nadal ha pagado 4,4 millones de euros por una casa solariega de 350 metros cuadrados construidos, encuadrada en un terreno de 5.900 metros cuadrados.

Llevaba más de dos años detrás de ella porque, además de una localización excepcional, está en el mejor sitio posible para Nadal. El tenista mallorquín es un enamorado de su isla y, en especial, de Portocristo. Allí se escapa siempre que puede para salir con su barca y estar con sus amigos. De hecho, durante su largo periodo de baja, Nadal ha estado en Portocristo disfrutando de todo lo que la larga temporada tenística le impide habitualmente.

En Portocristo reside buena parte de su familia. La casa de verano de sus abuelos está a 50 metros de la nueva vivienda de Nadal. Su tío Miquel Ángel pagó hace años un millón de euros por un chalé al inicio de la misma calle y al otro lado de la bahía, desde las ventanas de su casa, el tenista podrá ver la casa que se construyó su tío Toni y la vivienda que el propio Rafa compró hace un par de años para sus padres, su hermana y él. Estaba valorada en cinco millones, pero los dueños aceptaron 3,5.

De todas formas, Rafa Nadal tardará posiblemente algunos años en trasladarse a su nueva casa. La vivienda tiene varias décadas y necesita una importante puesta a punto. De hecho, aún no está claro si optará por una reforma o por construir una nueva. Esta última opción puede chocar con la Ley de Costas, aunque la vivienda está en el centro de la parcela. Para solventar esta cuestión, Nadal podría mantener la estructura actual y hacer una reforma integral que, a buen seguro, le costaría una notable suma de dinero. No debería ser un problema para un jugador que, según Forbes ingresó el año pasado unos 24,2 millones de euros.


De este modo, el tenista mallorquín se gastará con total seguridad más de cinco millones de euros en su vivienda. Un montante tan alto hizo dudar incluso a algún miembro de su familia, pero Rafael está plenamente convencido de que quiere vivir allí porque, como subrayan quienes más le conocen, es muy portocristeño. No cabe duda de que ésa será su casa para un futuro junto a su novia Xisca. De hecho, su entorno descarta que viva en un domicilio así sin compañía, porque dicen que es «miedoso» y no quiere estar solo por las noches en una casa de ese tamaño. Máxime cuando la zona es extremadamente tranquila. Pocos chalés, menos coches y ni un solo ruido. Sólo el mar y unos cuantos paseantes en plena ruta del colesterol. Sorprende, incluso, encontrarse con un pequeño y disimulado cartel informativo que explica que, bajo el cristal, se encuentran los restos de la basílica paleocristiana de Sa Carrotja, descubierta en 1908.

En verano, algunos lugareños se acercan todavía hasta Sa Cova des Correus, justo al lado de donde la finca de Nadal tiene salida al mar. Ahora no está permitido tirarse desde allí, pero siempre hay quien desafía la prohibición. Esa zona no cambiará con el nuevo dueño, porque lo más probable es que la Ley de Costas no le permita construir ahí un amarre para su barca.

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