El desarrollo de las nuevas infraestructuras tanto fijas como móviles para ofrecer más velocidad en internet está forjando intereses comunes y enfrentados entre los principales operadores de telefonía.
Orange se alineó ayer con Vodafone en la denuncia de los últimos pactos que ha alcanzado Telefónica con Jazztel y Yoigo para los despliegues de fibra óptica hasta el hogar y 4G en los móviles, respectivamente.
En el primer caso, Jean Marc Vignolles, el consejero delegado del grupo francés, indicó que los precios arbitrados por el regulador para acceder a la red desplegada por Telefónica y Jazztel son el doble de los que en realidad se fijan en el mercado, por lo que solicitó ayer una rebaja del 50%. «De otro modo estaríamos financiando a Telefónica», aseguró.
Vignolles pidió también que Competencia estudie el último acuerdo entre Telefónica y Yoigo, por el que este último permitirá a Movistar acceder a su infraestructura para ofrecer servicios 4G en los móviles, algo que aún no ha hecho. Con estos dos problemas sobre la mesa, el responsable de Orange en España subrayó su preocupación por el nuevo modelo de regulador de los mercados implantado por el Gobierno en el área de telecomunicaciones, pidiendo que sea «ágil» e independiente gracias a unos «recursos humanos y financieros suficientes».
Orange anunció también que implantará próximamente el pago con móvil en su oferta de servicios. Yoigo, por su parte, redobló ayer su apuesta por la rebaja de tarifas con oferta de llamadas ilimitadas y pago exclusivo por datos en internet.
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