lunes, 13 de enero de 2014

Valérie Trierweile ingresada porque tiene el corazón roto


Valérie Trierweiler permanece ingresada «a título preventivo» en un hospital parisino desde el pasado viernes por la tarde, según reveló ayer el diario Le Parisien y confirmaron fuentes del Elíseo. Oficialmente, la primera dama de Francia se halla hospitalizada para «hacer reposo y realizarse unos análisis». Pero a nadie en el Hexágono se le escapa que su ingreso se produjo tan sólo unas horas después de que el semanario Closer anunciara que el Presidente de la República, François Hollande mantiene, desde hace un año, un idilio con la actriz Julie Gayet. 

Su consejero, Patrice Biancone, ha señalado a Le Figaro que Trierweiler se sentía «agotada por la tensión nerviosa», que los médicos le han recomendado descanso absoluto y que podrían darle el alta a partir del lunes, una vez que le hayan efectuado distintas pruebas. 

Preguntado por dicho diario sobre el futuro de la relación de la llamada first girlfriend con el Presidente, su portavoz ha dicho: «Hasta ahora, no ha tenido tiempo para pensar en ello. Lo que ocurra luego es otra historia». 

De acuerdo con Le Parisien, Trierweiler se encuentra muy deprimida y abatida tras haber descubierto en Closer las infidelidades de Hollande. Aunque no están casados, la periodista, de 48 años, figura en la web de Presidencia como la novia oficial del jefe del Estado –son pareja desde 2006– y tiene su propio ala este en el palacio de la rue du Faubourg Saint-Honoré, de la que no sale demasiado en los últimos meses, según el semanario político L’Express, debido a un distanciamiento de la pareja. 

Este nuevo giro en el affaire de Hollande-Gayet podría explicar por qué el político no ha aclarado su situación sentimental este fin de semana, como vaticinaban varios comentaristas políticos, de forma que el tema quedara zanjado antes de su esperada rueda de prensa semestral. Este martes el Presidente recibirá a toda la prensa nacional e internacional, como es tradición después de Año Nuevo, para expresar sus buenos deseos. Un encuentro que el presidente aprovecha para adelantar las grandes líneas de su Gobierno y para responder a los periodistas. No es probable que entonces se pronuncie sobre su ajetreada vida privada.

A primera hora del viernes, nada más conocerse el scoop, el mandatario envió un mensaje a AFP criticando lo que considera un atentado contra su intimidad y recordando que se trata de un asunto de índole personal. Algo con lo que están de acuerdo la mayoría de sus conciudadanos, como indica un sondeo realizado por Ifop y publicado ayer por Le Journal du Dimanche. 

Para el 77 % de los encuestados, se trata de un tema que sólo le concierne a él y un 84% confiesa, además, que su opinión sobre Hollande no ha cambiado tras enterarse de su romance. Según el director de Ifop, Frédéric Dabi, «los franceses exigen a los políticos resultados y no les juzgan sobre asuntos personales». En ese sentido, Dabi señala que «cuando Sarkozy anunció, en octubre de 2007, que se separaba de su esposa Cecilia, al 89% de los sondeados les pareció que sólo competía a la pareja presidencial». 

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