El despliegue de fibra óptica dejará de suponer una carrera entre operadores para abarcar el máximo número posible de hogares. Telefónica, Vodafone y Orange acordaron ayer compartir sus redes de fibra óptica en un pacto que se basará en la reciprocidad pero que aún tiene por concretar los precios a los que los operadores se alquilarán las redes y que determinará la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT).
Orange había denunciado a Telefónica por no abrir su red de fibra el pasado mes de abril, iniciativa a la que posteriormente se sumó Vodafone explicando que la nueva infraestructura corría el riesgo de convertirse en un monopolio. El operador francés había pedido a la CMT incluso el acceso cautelar a la red.
Telefónica, el que mayor número de accesos hasta el hogar tiene actualmente con un 97% del incipiente mercado, abrirá su red a los competidores. A su vez, éstos deberán hacer lo propio con Telefónica a medida que desplieguen su propia infraestructura, que llegará a seis millones de hogares en 2016. Jazztel, que cuenta con un acuerdo paralelo con Telefónica sobre tres millones de hogares, queda de momento fuera de este pacto pero será la CMT quien deba determinar si el nuevo pool de propietarios debe abrir a su vez la red a otros competidores.
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