La tortuosa relación de Arantxa Sánchez Vicario con su familia vivió ayer un nuevo episodio. La Audiencia de Barcelona reabrió la querella presentada por la ex tenista y ex capitana del equipo de la Copa Federación contra su padre, Emilio, su hermano Javier, el abogado Bonaventura Castellanos así como el economista Francisco de Paula Oro. Se les acusa de apropiarse de más de 16 millones de euros. El auto revoca el sobreseimiento de la querella que dictaminó en su momento la titular del Juzgado de Instrucción número 28 de Barcelona, y solicita que se les tome declaración a los ya citados como imputados por presuntos delitos de apropiación indebida, administración desleal, delito societario y falsificación documental.
La magistrada consideró en su momento que la competencia para su investigación de la querella era de los tribunales de Andorra, Luxemburgo y Suiza, ya que las cuentas bancarias de donde supuestamente se sacó el dinero estaban en dichos países, por lo que archivó el proceso.
Ahora, la investigación judicial que se retoma deberá determinar si en la carrera profesional de Arantxa Sánchez Vicario, su padre y el abogado Castellanos fueron quienes asumieron las decisiones relativas a la administración de las empresas que se constituyeron para salvaguardar sus intereres económicos, como así defiende en la querella que presentó en su momento.
En cualquier caso, el hecho de que se haya reabierto esta querella no tiene ninguna conexión con el proceso mercantil abierto en su momento por la ex tenista contra sus padres, Emilio y Marisa, para que le devolvieran un piso que les habría cedido.
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