Tras pasar por la suspensión de pagos y cuando estaba a punto de regresar a Bolsa, en noviembre de 2010, en General Motors (GM) no querían saber nada de la carrera por ser la compañía número 1 del mundo. «Renunciamos a ello. No hay nada que discutir al respecto». Sólo un año después, GM había regresado al primer puesto que cedió a Toyota en 2008, tras defenderlo durante ocho décadas.
Hace apenas dos meses, Didier Leroy, máximo responsable de Toyota Europa, ponía distancia sobre los volúmenes de ventas de GM o Volkswagen (VW) con ocasión del Salón del Automóvil de París. «Les respetamos mucho, pero nuestro objetivo es colmar las expectativas de los clientes», aseguró.
En 2012, el constructor japonés podría volver a recuperar el reinado que tuvo que entregar el año pasado, azotado primero por el tsunami en Japón y luego por las inundaciones en Tailandia.
Las últimas cifras comparables -hasta septiembre- así lo indicaban. El fabricante japonés totalizaba hasta entonces 7,4 millones de coches vendidos en todo el mundo, claramente por delante de GM y VW, ambas en un pañuelo: 6,95 millones la compañía estadounidense y 6,9 millones la alemana.
Además, a ello hay que sumar los crecimientos experimentados por Toyota durante octubre en Japón y Estados Unidos, y que le han ayudado a consolidar crecimientos acumulados desde enero del 44% y del 30%, respectivamente.
Dado que esos dos mercados representan casi la mitad de lo que la compañía comercializa a nivel mundial, parece claro que compensarán de largo los problemas por los que está atravesando en China a causa de un conflicto territorial por un pequeño conjunto de islas.
La polémica estalló en agosto y, desde entonces, Toyota ha dejado de vender en aquel mercado más de 120.000 automóviles, aunque también es cierto que las caídas mensuales se han ido reduciendo progresivamente. Resultado: el grupo tendrá que renunciar a su objetivo declarado de llegar al millón de unidades este mismo año. Hasta octubre, acumulaba 695.000 coches, casi al mismo nivel que en 2011.
Como era de esperar, la única debilidad de Toyota está siendo una de las grandes fortalezas para sus rivales. A comienzos de este mes, GM anunciaba un nuevo récord de ventas en el mercado chino -del que es líder- con 2,59 millones de vehículos comercializados hasta noviembre.
Es decir, 40.000 unidades más que en todo el ejercicio pasado y apenas 30.000 por encima de los que había colocado, también hasta noviembre, el Grupo VW en China.
La alemana, cuyo objetivo declarado es ser primera en 2018, ha logrado que los chinos se queden con tres de cada 10 automóviles que lleva vendidos: incluida ya Porsche, 8,29 millones, por los 8,16 de 2011.
Unidos al tirón de China los de EEUU, Rusia o India -que compensan la debilidad en Europa-, los expertos sí coinciden en dar un claro ganador: la industria del automóvil en su conjunto. Por primera vez, las ventas mundiales superarán este año los 80 millones de vehículos (sumados camiones y autobuses).
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