viernes, 8 de febrero de 2013

El motivo por el que vemos el cielo azul de día


En la Luna, el cielo es negro como el carbón, al igual que en Marte. Sólo hay luz cuando los rayos solares caen directamente sobre un objeto. Las sombras no son grises, son totalmente negras. La luz que tenemos en la Tierra es el efecto de la dispersión de los rayos del Sol por las moléculas del aire. Cojan una perla de vidrio, miren a través de una gota de agua fijada en el cristal de su coche: la luz, cuando atraviesa las moléculas de agua (o de vidrio), cambia su dirección y se propaga en otras muchas. 

Al amanecer y al anochecer, el cielo es rojo: los rayos de luz blanca (mezcla de todos los colores) del Sol se dispersan hacia arriba, menos los de color rojo. Según va subiendo el Sol sobre el horizonte, nos llegan dos tipos de rayos: luz blanca, directa, y la luz azul de la dispersión de los rayos blancos en las moléculas del aire, esencialmente en las moléculas de vapor de agua de la atmósfera. Cuando miramos hacia arriba, vemos el cielo azul. Creemos que no vemos el aire, y sí lo vemos, si sabemos mirar. Las sombras en la Tierra son grises, y las plantas crecen en esas sombras porque les llega la luz. Se dice de vez en cuando que podríamos colonizar Marte. ¿Seríamos capaces de vivir allí como seres humanos?

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