Penélope ha arrastrado a su chico, que no es un emperador japonés sino su marido Javier Bardem, a las terapias naturales de las que es fan. Si va con Leo a Faunia, Javier les acompaña. Si hay que volver a Bahamas en hidroavión, Javier se apunta. Sin duda, son una bonita familia. Pero su amor va más allá. Como buena budista en su juventud vía noviazgo con Nacho Cano, la actriz de Alcobendas confía en la medicina oriental para sentirse mejor y anima a su esposo a que deje los malos hábitos, entre ellos el tabaco. De ahí que ambos se hayan suscrito a la última tendencia entre celebs como Tony Blair y JLo: la auriculoterapia o acupuntura auricular. En su última visita a Madrid, Penélope ocultó el incipiente estado de gestación de su segundo bebé con Bardem bajo un fastuoso abrigo naranja de Loewe y, sin embargo, mostró unas originales bolitas doradas en su oreja izquierda. Pero no, no se trataba del último grito en piercings, son tachuelas terapéuticas.
REFLEXOLOGÍA
Y bien. ¿Pero en qué consiste la auriculoterapia? Un reputado acupuntor profesional, que prefiere no dar su nombre, saca de dudas a LOC: «Es una técnica de la medicina tradicional china que consiste en la estimulación de puntos de la oreja. Como en el pie, cuya ciencia se llama reflexología podal, en las orejas también está representado todo nuestro organismo. Hay puntos para tratar corazón, riñón, hígado; calmar el dolor en zonas específicas como cervicales, lumbares, manos y cabeza, y para estimularse a nivel psíquico y emocional y paliar la ansiedad, la depresión y el síndrome de abstinencia». Además, y esto lo añade LOC, aparte de estas bondades, queda hasta mono. Aunque hay un especialista, Carlos Lasvi, que no lo recomienda en mujeres embarazadas.
Sobre todo en Penélope, trendy girl, porque Javier se cubre las semillas, bolitas de metal o chinchetas que se aprietan cuando adolecen los síntomas (del mono del tabaco, por ejemplo) con pequeños esparadrapos, unas mini tiritas que no se quitó para ir a la gala de los Premios Goya este domingo, pero que en él lucen evidentemente peor. Quizás el actor, quien podría haberse sometido también a una rinoplastia para elevarse la nariz según apunta el doctor Federico Mayo, veía venir la tensión que se percibió después sobre el escenario entre los actores y el Gobierno y se sirvió de la acupuntura para no perder la calma.
Raro en él, Bardem sólo se manifestó a micrófono abierto a favor de la libertad del pueblo saharaui, por ello ha ganado un Goya al mejor documental sobre el asunto, Hijos de las nubes, que él protagoniza.
Penélope no asistió a la gala en su intención de no estresarse mucho durante su segundo embarazo y permaneció de vacaciones con su hijo en Bahamas, donde se casó con su marido. Tiene muchos compromisos entre Europa y EEUU y eligió no venir, aunque Javier acudió a la cita en representación de su mujer, ya que estaba nominada a mejor actriz por Volver a nacer, Goya que no ganó.
Los Bardem preparan, así pues, con total tranquilidad y relax, la llegada de su segundo hijo en común. Mientras tanto abrazan hábitos saludables. Han dejado de fumar, hacen planes diurnos con Leo y creen a pies juntillas en las propiedades de las ciencias milenarias para mejorar su calidad de vida.
La auriculoterapia, encima, es muy barata, ya que cuesta unos 20 euros la sesión, al menos en el centro de acupuntura Zhenci (www.zhenci.es) de Madrid.
Con más de 2.400 años de antigüedad, esta ciencia hoy está reconocida por la OMS desde que el doctor francés Paul Nogier la rescatara del olvido.
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