¿Elwin o Yohan? ¿Cuál de estos dos gemelos es el violador múltiple que ha tenido aterrorizados durante los últimos meses a los habitantes de Marsella? Los hermanos son tan parecidos que las víctimas no han podido distinguir entre ambos y ahora la división de delitos sexuales tiene puesta su esperanza en la investigación del ADN para cazar al agresor.
Se trata de un caso como no se recuerda en los anales de la policía francesa. Los sospechosos de haber agredido sexualmente entre septiembre de 2012 y enero de 2013 a al menos seis mujeres en el núcleo urbano marsellés son dos ciudadanos de 24 años, conductores-repartidores en paro, cuya fisonomía coincide como dos gotas de agua.
«Es algo rarísimo ya que se trata de gemelos monocigóticos y esto nos va a obligar a realizar un carísimo examen científico para establecer entre ambos al verdadero culpable», afirma en declaraciones a Afp el responsable de Seguridad departamental encargado del sumario, Emmanuel Kiehl.
Como es sabido, los gemelos monocigóticos se producen cuando un embrión originado en una fecundación típica, a partir de un único óvulo y un único espermatozoide, se divide accidentalmente en dos durante las primeras fases de su desarrollo. Como consecuencia, comparten la misma placenta y la totalidad de los genes, aunque según van creciendo experimentan variaciones genómicas casi imperceptibles.
Un millón de euros podría llegar a costarle a la Dirección Central de Seguridad Pública francesa estudiar al microscopio a esta extraña pareja que se halla detenida preventivamente desde el pasado miércoles, cuando los agentes registraron la casa que ambos compartían en el suburbio norteño de La Belle de Mai. Y ni siquiera dicho examen ofrece resultados infalibles al 100%, a decir de un agente de la policía científica de Bouches-du-Rhône.
Lo incuestionable es que su Adn fue encontrado en los lugares de algunas de las agresiones cometidas, y uno de los dos aparece en un vídeo grabado por las cámaras de un autobús de pasajeros de la RTM, que ha sido presentado como prueba. Además, las víctimas han reconocido formalmente a su agresor o agresores en una rueda de identificación. A pesar de todo eso, tanto Elwin como Yohan mantienen su inocencia.
Así que los agentes se están trabajando a ambos a conciencia en interrogatorios individuales para ver si alguno comete algún desliz, dado que las pruebas halladas en su domicilio y en un coche que comparten eran absolutamente incriminadoras. «Son unos Maquiavelo o un par de lunáticos peligrosos? ¿Hay un inocente o los dos son culpables?», se pregunta al respecto el diario local La Province, que ofrece igualmente detalles jugosos sobre su extravagante modus operandi.
Según el testimonio de las seis víctimas, todas mujeres de entre 30 y 70 años, el violador, un hombre joven de raza mestiza, les obligaba a realizar el acto sexual en el portal de un edificio y luego se daba a la fuga tras robarles el teléfono móvil. Y ha sido precisamente uno de esos móviles el que ha ayudado a las fuerzas de seguridad a dar con los sospechosos.
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