Romper con la práctica de regalar teléfonos para ganar clientes les está costando más de lo previsto a los grandes operadores. Vodafone, la segunda mayor operadora del mercado, volverá a subvencionar terminales de forma puntual y siempre que lo considere acorde con su estrategia, según explicó ayer Francisco Román, su presidente en España.
«Hay rachas en las que te lo puedes permitir [dejar de regalar teléfonos] y rachas en las que no. Usaremos la táctica en el marco de nuestra estrategia comercial», señaló Román en el encuentro de las Telecomunicaciones organizado por la asociación de empresas del sector Ametic y celebrado en la UIMP, en Santander.
Todos los operadores han reconocido en este foro que se han cumplido sus peores previsiones de hace un año: demanda y consumo se han contraído, recortando los márgenes.
Por ello, hace un año adelantaban que el coste de esta política comercial de subvención de móviles, cercano a 2.000 millones en España, no era sostenible. Telefónica fue la primera en retirarse, el pasado marzo; le siguió Vodafone, unas semanas después; pero Orange, el tercer mayor operador, se desmarcó, manteniendo buenos resultados en la captación de clientes. Por eso, Telefónica respondió con ofertas directas a los clientes del grupo francés y Vodafone indica ahora que, aunque haga promociones puntuales, su propósito es acabar con las subvenciones. «Creamos un monstruo y ahora nos cuesta matarlo», reconocía ayer una de las compañías.
«Las subvenciones de teléfonos las centraremos en retener clientes», indicó José María Álvarez Pallete, presidente de Telefónica Europa. Pallete reconoció que la situación económica es muy difícil pero que España tiene un gran potencial para salir adelante. Tanta es esta confianza que a diferencia de otras grandes empresas, aseguró, Telefónica no ha contemplado una posible salida del euro.
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