viernes, 5 de octubre de 2012

Noelia de Mingo sale de la cárcel por consejo médico



Era la chica rara de La Concha, pero poco más. A veces, la veían escribir con el ordenador apagado. Tenía la mirada perdida de vez en cuando, o hablaba sola. Hasta que el 3 de abril de 2003, a las 14.20 horas, agarró un cuchillo y, sin mirar a quién atacaba, apuñaló a todos los que se le cruzaron en la planta 3 de la Fundación Jiménez Díaz. Murieron tres personas y siete resultaron heridas. 

La médico residente Noelia de Mingo había comprado el cuchillo de cocina el día antes, y lo guardaba en el bolsillo de su gabardina. Cuando le dio el ataque, fue apuñalando a todo el mundo. Empezó con el cuello de una enfermera y siguió caminando y acuchillando hasta que la redujeron en otra parte de la planta. 
En 2006, la sección XVI de la Audiencia Provincial la absolvió de la parte penal de los crímenes, por considerarla enajenada. Pero ordenó su internamiento durante 25 años en el hospital psiquiátrico penitenciario de Foncalent (Alicante). Ayer, por una denuncia de la asociación El Defensor del Paciente, que se personó en el caso, se supo que De Mingo tendrá un «permiso terapéutico» de 30 días, recién autorizado por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 2 de Alicante. Pero el asunto no queda ahí. 


Según confirmaron ayer desde el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJV), Noelia de Mingo lleva disfrutando de permisos desde 2007, es decir, meses después de su ingreso en Foncalent. Estas salidas han sido paulatinamente mayores y menos vigiladas, aunque siempre con las condiciones de que al menos sus familiares la custodien en todo momento. Desde el TSJV, además, explicaron que nunca ha habido más incidentes, y que por eso cada vez se dan más permisos a la doctora. 
Noelia de Mingo sufre esquizofrenia paranoide, y los criterios médicos son los que prevalecen para establecer sus permisos. Un psiquiatra, un psicólogo y un trabajador social elaboran informes que después se entregan al médico forense y al juez de vigilancia, que pregunta a Fiscalía si se opone a esos permisos. No se ha opuesto. 

Los primeros permisos consistían sólo en pasear un poco por fuera de la prisión. Después una vuelta por la ciudad de Alicante, siempre acompañada de personal del centro. Hasta que el 15 de diciembre del año pasado se fue 21 días a pasar la Navidad con su familia; en marzo de este año, la Semana Santa (30 días) y ahora serán otros 30, que incluyen que se desplace sola, explicó el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. 
Por su parte, el TSJV añadió que la sentencia de la Audiencia Provincial no establece ninguna medida cautelar (orden de alejamiento, etc.) contra la doctora, por lo que no hay inconvenientes en que siga el curso normal de un programa de rehabilitación. 


El Defensor del Paciente dice que «es un completo despropósito que se permita a Noelia De Mingo desplazarse a su libre albedrío en tren, autobús y metro, o que se pasee sin ningún tipo de control policial o medida de seguridad por la localidad donde vive su familia, El Molar».

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