Que la crisis arrastra con todo es ya una realidad imposible de negar u ocultar. Hasta el juego es incapaz de esquivar los efectos de la menor disponibilidad de dinero por parte de los ciudadanos. Aun así, cada valenciano mayor de 18 años se dejó en este sector en 2011 un total de 788,60 euros. Eso sí, en 2010 había podido gastarse 924,20 euros.
Así que bien podría decirse que la crisis económica es la (mejor) enemiga de la ludopatía. Según la última Memoria del Juego en la Comunidad Valenciana, con datos referentes al ejercicio 2011, el dinero jugado entonces ascendió a 3.291 millones de euros. Aquí se incluyen todos los juegos de suerte, apuestas y azar.
Lo cierto es que la cifra representa un descenso del 13,01% respecto al año anterior. Y es el sector privado del juego -el que aglutina a casinos, bingos y máquinas recreativas- el que más acusa la disminución de ingresos. Si en 2010 cada valenciano jugó aquí 577,14 euros, un año después la cantidad se reducía hasta los 446,52 euros.
Sin embargo, en el sector público -que aglutina la Lotería Nacional y la Primitiva, la Bono-Loto, las quinielas de fútbol o el Euromillones y los juegos de hípica- el impacto negativo de la contracción del consumo ha sido menor.
En cifras, esto significa que se ha pasado de 288,90 euros en 2010 a 288,63 euros por persona en 2011. Es decir, el gasto en sector público se mantiene prácticamente estable.
Incluso aumenta la inversión en el Euromillones, pues el dinero que se juega aquí aumenta ligeramente (de 31,52 euros a 42,40). Es el único juego que aumenta su recaudación.
Porque los que más sufren son precisamente los juegos en los que tradicionalmente se gasta más dinero. El descenso en máquinas recreativas es particularmente llamativo (un 19,45%). Y, pese a ello, representan el ámbito en el que más dinero se dejan los valencianos (346,15 euros por persona en 2011).
Pero son los bingos los que pueden decir que más se han visto afectados por la crisis, con una caída de casi el 33% en el dinero jugado (de 97,25 euros por persona se ha pasado a 63,72). En el polo opuesto está también el llamado sector «pseudopúblico» de la ONCE, que puede decir al menos que vio mantenerse e incluso aumentar algo el dinero jugado por cada valenciano (de 58,16 euros a 58,45).
El sector público resiste
Para el Gobierno valenciano, que ha llevado el tema al pleno, se constata que en los últimos años ha habido un aumento de los productos ofertados por la Empresa Pública Loterías y Apuestas del Estado. Además, «se aprecia que este subsector ha soportado mejor la crisis, ya que la disminución de recaudación respecto a ejercicios pasados es inferior en términos porcentuales a la sufrida en otros subsectores del juego».
La memoria concluye, que en el ámbito de la Comunidad Valenciana, el juego privado tiene mayor aceptación que el juego público y pseudopúblico, pues representa un 56,64% del importe total destinado a juego. Ahora bien, dentro del contexto global de crisis económica, «el subsector del juego privado de la Comunidad Valenciana está mucho más afectado en sus resultados que el subsector público, que se mantiene estable; y el pseudopúblico, que ha experimentado en 2010 un ligero repunte», según el Consell.
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