La DGT no se plantea por ahora introducir una prueba adicional, en forma de reválida, para la renovación del carné. Ni siquiera está encima de la mesa, han asegurado fuentes del organismo dirigido por María Seguí.
Fue precisamente ésta quien, a mediados de diciembre, sugirió tal posibilidad. «Es legítimo cuestionar la formación y los conocimientos de los conductores con el paso del tiempo», aseguró, aparte de que para algunos conductores veteranos, «poco tienen que ver el entorno vial y los coches respecto al momento en que obtuvieron su permiso».
Esto llevaría a pensar en una prueba teórica adicional al psicotécnico que se realiza en la actualidad. Por tanto, con un coste añadido para los conductores, que les vendría muy bien a unas autoescuelas con su negocio bajo mínimos.
En 2011, el número de nuevos permisos expedidos fue de 749.810, un 9% menos que un año antes y un 40% por debajo de la cifra de 2008. Además, fue el dato más bajo en la última década.
Los planes inmediatos de Tráfico pasan por reforzar la inspección sobre la fórmula actual de renovación, en la que el conductor debe superar unas pruebas (auditivas, visuales y de coordinación) en centros psicotécnicos. En 2010, el anterior Gobierno aprobó una reforma para asegurarse un mayor control sobre ellos, obligándoles a enviar en tiempo real los resultados de los exámenes y el historial médico del conductor que los justificase. Hasta entonces, a la DGT sólo llegaba la valoración en forma de «Apto», «apto con restricciones» o «No Apto».
Como también se ha permitido a los centros realizar todo el resto de gestiones que antes se tramitaban en las Jefaturas de Tráfico, quedaron liberados funcionarios que, junto con otros también descargados de trabajo gracias a la telepática, se pretende que refuercen esa labor de inspección.
En todo caso, la reválida de la que hablaba Seguí es una cuestión que sobrevuela desde hace tiempo, aunque, como la propia directora reconocía semanas atrás a este diario, es especialmente delicada por cuanto, mal llevada, podría excluir a los usuarios de más edad.
«La renovación del carné es una cuestión que estamos revisando profundamente, aunque no es cuestión de edad, sino de aptitudes. Tampoco de enfermedades, sino de cómo afectan a conducción. Nos preocupa que ese privilegio [el del carné] se esté dando a quien no lo merece. No hay fecha para este cambio, porque es muy profundo pues afecta a personas con nombres y apellidos», aseguraba.
Pero también es cierto que esas personas han pasado a estar bajo especial seguimiento: los mayores de 75 años han sido el único tramo de edad que no ha visto reducida su siniestralidad desde 2010.
A expensas de lo que ocurra con la renovación, Tráfico sí ha cubierto una parte de la ruta prevista: endurecer las pruebas para la obtención del permiso.
En la parte teórica, se ha incrementado desde 800 a 15.500 las posibles preguntas a partir de las que realizar el examen. Y desde el 21 de enero entran en vigor las nuevas pruebas prácticas. Como gran novedad, incluyen la valoración del aspirante en una conducción autónoma, sin indicaciones del examinador, o la eficiencia que demuestra al volante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario