Nana Gouvea crea polémica

Siempre queda algún subterráneo y sucio camino por descubrir para llegar a la fama. La actriz y modelo brasileña Nana Gouvea, de 37 años, cuya vida ha transcurrido siempre en torno a sus curvas y delante de las cámaras, ha rizado el rizo de la polémica al posar con la actitud más sexy en un escenario poco común para estos fines: las zonas más dañadas por el huracán Sandy en Nueva York. Comentarios en su Twitter como: «Me encanta disfrutar de los huracanes junto a mi marido» -autor de las fotos- han desatado la ira en las redes sociales. 

La actriz salió junto a su chico, el productor musical Carlos Keyes, de su apartamento de Nueva York, después de tres días encerrada por los efectos del huracán, para hacer fotos de la ciudad y acabó aprovechando para retratarse entre coches destrozados y árboles derribados. Las fotos fueron publicadas en la revista Ego y se encendió la polémica. 

Después de que su perfil de Facebook fuera bloqueado y denunciado por millares de usuarios por las fotos, la actriz ha decidido pedir perdón en un vídeo, en el que aclara que no ha ganado dinero con las fotos. «Soy una mujer buena y no merezco este trato», dice, además de mostrarse arrepentida por posar de manera sensual ante los destrozos. Pero su currículum está jalonado de instantáneas insólitas, como las que se hizo ante una réplica gigante del Ecce Homo de Borja. 

Nacida en el estado brasileño de Goiania en 1975, Gouvea empezó a familiarizarse con las cámaras a los 15 años, como modelo de importantes firmas. Pero fue a los 21 cuando protagonizó una tórrida sesión para la Playboy brasileña. Después empezó a participar en reality shows y varios programas de faranduleo brasileños. Con todo, ella se considera actriz y ha hecho sus pinitos en diversas series e incluso en un filme, el italiano El hijo pródigo. 

Nana vive el hecho de tener un cuerpo privilegiado como si fuera mitad bendición, mitad castigo. «Estar buena se agradece mucho cuando te miras al espejo, pero da mucho trabajo. No me pagan por estar buena, pero si me pagaran, estaría bien merecido», decía recientemente en una entrevista, en la que también lamentaba que es «triste» y «una falta de respeto» que no valoren sus ideas por el hecho de contar con su físico.