sábado, 24 de noviembre de 2012

Nerina Orton aspira a ser la mujer con la cintura más pequeña del mundo



Hay quien sueña con tener una casa más grande, un coche más potente o una cuenta corriente con muchos ceros y hay quienes, por el contrario, se fijan un objetivo mucho más peculiar, pero no por ello menos ambicioso. Es el caso de la británica Nerina Orton, que aspira a conquistar el Récord Guiness de la mujer con la cintura más pequeña del mundo. Un título que por ahora posee la estadounidense Cathie Jung con una marca difícil de batir: 38 centímetros, tan sólo uno menos que Orton, que ha logrado esta increíble medida gracias a su colección de corsés, valorada en 15.000 euros. 

Esta bailarina de burlesque, de 22 años, y estudiante de Ciencias Biomédicas tiene más de 78 modelos de este tipo de prenda, de la que no se desprende durante 23 horas al día, incluso mientras duerme. Únicamente se quita el corsé para ducharse. «Al principio sentía como si tuviera una barra alineada contra mi espalda, pero me he acostumbrado y ahora es muy cómodo», explica Orton, en declaraciones al Daily Mail. 
La joven no parece dispuesta a cambiar de hábitos y recuerda con cariño el primer corsé que le regalaron cuando tenía apenas 14 años. En aquella época quería tener el vientre más plano, pero ahora le gusta porque le hace sentir más femenina y resalta sus caderas. «Me encanta usarlos y nunca estaría sin uno», afirma convencida. «Adoro la ropa de la época victoriana y a las mujeres de cinturas delicadas de aquellos tiempos». 


Admite que su obsesión por los corsés puede no ser entendida, pero no le molesta que la critiquen ni convertirse en el centro de todas las miradas. «Estoy acostumbrada», comenta orgullosa. 
Además de no despegarse de este tipo de vestimenta, Orton también tiene que cuidar su alimentación. «Hago seis pequeñas comidas al día y no bebo alcohol porque la última cosa que quiero es tener tripa», explica. 

Es consciente de que su gusto por tener una cintura de avispa podría ocasionarle problemas en un futuro. Por eso, acude cada poco tiempo a un médico para hacerse un chequeo completo. «Mis costillas se han movido, y ahora están más juntas. Cada cierto tiempo me revisan la columna para asegurarse de que no se ha torcido. Además, comprueban que no se haya dañado ningún órgano. Nunca he tenido problemas, aparte de sentirme mareada alguna vez». 


Pero ni los mareos ni las molestias han apartado a Orton de su objetivo y en tan sólo nueve años ha conseguido reducir el perímetro de su cintura en 15 centímetros. 
Sin embargo, todavía se mira en el espejo y piensa que no es suficiente. Para Orton el ideal femenino está muy lejos del 90-60-90. Esta joven bailarina de cintura imposible sueña con entrar en un corsé de 35 centímetros. ¿Será capaz de conseguirlo o su cuerpo terminará por rebelarse ante el yugo de las ataduras?

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